viernes, 29 de octubre de 2010

Voces que escuché cuando soñaba en el año de la tormenta azul

Mi cabaña es de teja y madera, es una buena cabaña de madera y por tanto puede quemarse y puedo perderla, a pesar de que la ame. Cuando uno quiere a alguien le da un regalo y me alejo de lo que doy tanto como quién amo puede alejarse de mí. El desprendimiento es dejar ir las cosas que se van cuando estas se están yendo sin remedio, como la leña que se quema en la fogata. -Negro, susurro de un niño y fugaz visión de una fogata roja que ilumina una cabaña de madera.

La inocencia se muere, hay mucha información, mucho que aparentar. La inocencia se muere y la espontaneidad queda seca en un árbol viejo que es talado y lanzado al fuego. La inocencia se muere, se muere. Y acá dejando ir se lanza la vida que se murió bajo el peso de las caretas, revivida, nueva. Entonces inocencia vuelve y se hace una con el ser abandonado y se vuelve a reír de nuevo, con ganas. Es que siempre estuvo ahí. Cuando el árbol muere, la semilla queda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario