martes, 9 de noviembre de 2010

Chicago-Illinoise

En  Los Españoles 2744 de Santiago de Chile, evoco con mi nueva kalimba un recuerdo de hace meses y es entonces me doy cuenta de cómo no hay forma de notar lo que se ha vivido sino es con el tiempo suficiente para reflexionar de la experiencia. Una vez más me lamento del estilo de vida que escogí, tan poco contemplativo, que me convierte en una especie de grabadora de sucesos que deben reproducirse con tanta exactitud como imposibilidad: imposibilidad de demostrar la verdad a través de la grabadora subjetiva de nuestras mentes. Con la kalimba en las manos repaso las notas que no puedo reconocer hasta que una melodía parece más cercana a una canción concreta, una canción que de verdad existe. Entonces cae sobre mí el peso de una aventura increíble, una de esas que tanto soñaba con tener y que tuve sin darme cuenta, un deseo satisfecho que la ansiedad no me dejó saborear, y aparece frente a mí la carretera interminable de Norteamérica con todas las bellezas que viví. Lloro y agradezco la posibilidad sin hipocresías.
Estoy de nuevo ahí, en medio de esa nada sin ansiedades en la que disfruto el aire puro de un campo ajeno. Se parece en mucho a Chile, pero se respira diferente. Las amplias carreteras extrañan los cerros y los campos sembrados sin parar de viñas y frutas, es un camino a un sur diferente del lluvioso y de tupidos bosques desconocidos. Es otro bosque. Recuerdo la ciudad más linda en la que he estado y como aún siento la imagen de la memoria, no es una foto sino un movimiento vivo de asombro y felicidad y la canción que se convirtió en un himno de la tierra de las posibilidades: no es el sueño americano, es mi sueño hecho real, la conclusión e inicio de algo y la puerta abierta deja pasar el viento; soy y vivo lo que siempre quise ser.


Estoy y sigo ahí, puedo aún repasar la ciudad como si no la hubiese dejado, estoy y sigo ahí, todavía no llego completamente aunque vivo mi propia ciudad con felicidad. Estoy y sigo ahí en la forma que me llama a volver. La vitalidad está aquí conmigo, el cielo está acá, pero la capacidad de planear el futuro se fue al espacio lanzado por la felicidad del misterio y se disipó entre las estrellas. Que sea lo que sea, que la aventura siga, que sea lo que sea, hasta que la muerte me termine.

3 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=rDRrqcZbdPU

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  2. Ya estoy en la mitad de esta carretera
    tantas encrucijadas quedan detras
    ya esta en el aire girando mi moneda
    y que sea lo que sea!

    todos los altibajos de la marea
    todos los sarampiones que ya pase
    yo llevo tu sonrisa como bandera
    y que sea lo que sea

    cuando pasen recibo mis primaveras
    y la suerte este hechada a descansar
    yo mirare tu foto en mi billetera
    y que sea lo que sea

    =)

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