sábado, 1 de enero de 2011

Media mitad de fruta

Es ser la mitad de algo, no algo completo, no tiene que ser redondo, sino un cuarto o algo así. Eso es lo importante.
Es como tener un pie en Bagdad, otro en Estados Unidos, otro en la parte más comunista de China comunista y otro en algún lugar de Sudamérica. Por gusto, aunque incomode tanto como ser la mitad de algo que nunca será completado.
Pero no tiene miedo. Es una mitad con decisión, por elección propia. Y cada triunfo chico le hincha el pecho pelado. No es nada y no necesita serlo. Es lo que es.
Me voy quedando dormida mientras estoy leyendo y son sólo las 11 de la mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario